Hay muchos cambios en nuestra vida aquí en los Estados Unidos para reducir la propagación de COVID-19. En España, la vida es aún más restringida y los residentes solo pueden salir de sus casas para comprar comida o ir a sus trabajos esceniales.
María Martinez, residente de Lodosa, España, dijo que la primera semana durante este cierre fue difícil, pero sabe por qué es necesario.
“Después ya de una semana o algo así, ya me encuentro mejor,” Martinez dijo. “Lo importante es crearse una rutina. Todos los días tener unas obligaciones que tú te marcas.”
Con esta situacion, muchos sienten que han perdido su autonomía. Es un ajuste que, según los CDC, puede causar sentimientos de soledad, miedo y estrés.
A veces puede parecer que has perdido el contacto con otros, pero tus amigos y tu familia están a solo un clic de distancia.
Janie Egan, coordinadora del Programa de Bienestar Mental en Temple, compartió como el distanciamiento social no tiene que significar aislamiento social. Tampoco significa que tenga que ser súper productivo.
“Podemos ser pacientes con nosotros mismos y aliviar algo de esa presión,” Egan dijo. “El hecho de que estemos en casa no significa que debamos hacer las cosas a la perfección.”
El centro tiene sesiones en línea todas las semanas para alentar a los estudiantes a practicar el cuidado personal y encontrar el equilibrio en sus nuevas rutinas. También crearon un folleto sobre cómo los estudiantes pueden aprovechar su bienestar mental durante este tiempo.
Una otra persona que fomenta la comunidad es una ex-alumna Sarah Madaus, quien recientemente comenzó a publicar videos de ejercicios en su página de Instagram cada semana. Ella está usando su habilidad como instructora de actividad física para mostrar a personas que no están solos. Ella espera que todos sepan: “Está bien sentirse muy raro en este momento y sentirse un poco mal y también sentirse desmotivado.”
La vida es un poco diferente en este momento, pero, recuerda, está bien no estar bien.
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